Cedro hembra- Cedrela odorata (Meliaceae)
El cedro hembra, cedro español, o sencillamente cedro, es un árbol caducifolio grande, de hasta 145 pies de altura, con tronco de 6 pies de diámetro. Se caracteriza por su copa amplia; su tronco gris, agrietado, con raíces tabulares; sus hojas compuestas por hasta 32 hojuelas alargadas, puntiagudas, con la superficie lisa o ligeramente vellosa; sus inflorescencias de hasta 1 pie de largo, compuestas por muchas florecitas tubulares, amarillo-verdosas, de hasta tres octavos de pulgada de largo; y sus frutas capsulares de aproximadamente 1.5 pulgadas de largo, que abren en cinco partes para liberar hasta 50 semillas aladas. Las flores y el interior de la corteza despiden comúnmente un olor a sudor (alliodora significa que huele a ajo). El árbol pierde sus hojas durante el invierno, durante la primavera produce las hojas nuevas e inmediatamente después florece. Las frutas abren durante la próxima época seca para liberar las semillas, que se dispersan girando como aspas de helicóptero. Este árbol no es pariente del cedro aromático, un pino norteamericano cuya madera con olor parecido, pero más intenso, se usa para tapizar el interior de armarios y baúles.
El cedro hembra es nativo de las Antillas, Centroamérica y Sudamérica excepto Chile, pero no abunda a lo largo de su amplia distribución. Se ha introducido a Hawái, a muchas otras islas del Pacífico, al norte de Australia, y a varios países del sudeste de Asia y de África, en algunos de los cuales hay plantaciones comerciales. Habita desde el nivel del mar hasta las montañas, en sitios secos o húmedos con buen drenaje. Crece mejor en suelos derivados de piedra caliza donde hay una temporada seca de dos a cinco meses de duración. Nuestras poblaciones nativas fueron mermadas por la extracción de madera y han sido suplementadas con la siembra de miles de árboles derivados de semilla centroamericana. Los árboles grandes que vemos a lo largo de algunas carreteras son de esta semilla importada.
Los aserraderos distinguen entre cedro amargo y cedro dulce. El cedro amargo es pardo rosáceo, liviano, con olor fuerte y sabor amargo, mientras que el cedro dulce es pardo rojizo oscuro, más pesado, no tiene un olor tan fuerte y no es amargo. Algunas personas llaman cedro hembra a la variedad amarga y cedro macho a la variedad dulce, pero el cedro macho es una especie muy distinta. Según la literatura, el cedro amargo es producido por árboles que crecen rápido en lugares húmedos y el cedro dulce es producido por árboles que crecen más lento en laderas, suelos bien drenados y lugares donde llueve menos. En ambos casos la albura es de color crema y se distingue fácilmente del duramen. La madera tiene poros grandes, una textura mediana uniforme, lustre satinado y anillos de crecimiento conspicuos. Tiene la fibra recta, seca al aire con rapidez y pocos defectos, es estable ante los cambios de humedad y es muy fácil de trabajar. El duramen suda a veces una resina rojiza muy olorosa que mancha la superficie y puede pegar las tablas estibadas.
El cedro ha sido durante siglos la madera favorita de nuestros talladores de santos, por la facilidad con que corta en cualquier dirección y por su resistencia a la polilla. La gran mayoría de los santos pintados antiguos y contemporáneos, al igual que las tallas de aves, son de esta madera. Se usa mucho para ebanistería, instrumentos de cuerda y artesanías diversas. En otros lugares también recibe muchos usos, incluyendo muebles, puertas, ventanas, pisos, carpintería general, construcción, embarcaciones y hasta cajas de abejas. Puerto Rico importa de Brasil mucho panel de cedro para la construcción de muebles y gabinetes de cocina. La madera es empleada para tapizar humidores de cigarros porque mantiene la humedad óptima del tabaco. Hasta mediados de la década de 1960 todos los cigarros que se vendían al por menor, aun los más económicos, venían en cajas de cedro. Los taínos ahuecaban el tronco de cedros grandes para hacer canoas.